El ahorcado

Una leyenda perdida en la memoria de los pobladores de una ciudad al norte de la provincia de Salta, cerca de Bolivia; cuenta de unos hermanos que se entregaron a los vicios mundanos y a la vida delictiva; atracando de pueblo en pueblo cuanta oportunidad tenían para hacerlo.
Conocidos los mismos por su mala fama, nadie ni siquiera se atrevía a preguntar sobre ellos.
Avanzado un poco mas en el tiempo, uno de ellos comenzó a frecuentar una muchacha, pero a escondidas de su hermano para no entorpecer su relación.
Este hecho se fue de las manos y se transformó en amor.
Una noche, luego de de haber perpetuado un hecho, los mismos se dirigieron a festejar en un bar y de paso repartir el botín.
El hermano que se encontraba en pareja creyó el momento propicio para comentarle al otro lo que le estaba sucediendo con aquella joven y los planes futuros que tenía para con ella.
El hermano al enterarse que el otro le ocultó lo que venía planeando, una vida distinta, mejor y junto una desconocida, dejándolo de lado; se enfureció tanto que cegó su racionalidad y solo sintió que debía matar a quien estaba separando esa relación fraternal que significaba todo para él.
Sacó su cuchillo de la vaina y se dirigió hacia la puerta dispuesto a cometer el homicidio.
El enamorado viéndose imposibilitado de evitarlo saco su daga y se la enterró en el pecho; viendo como se desvanecía la vida de su hermano, nublado de llanto le pedía perdón por su acto.
Impetuosamente salió disparado hacia la calle, busco un lazo, lo envolvió en su cuello y lo ato a un árbol, se subió a su caballo e hizo que animal saliera disparado dejando el cuerpo inerte en el aire ya sin vida.
Como todo intento de explicación donde fue ejecutado el hecho, a cuanta persona pasaba por la calle de noche, se le aparecía el susodicho colgando de aquel árbol.
Hoy existe una pequeña gruta de la virgen en ese lugar, algunos explican que es debido a las apariciones penantes de aquel hermano.